ENCONTRÓ UN BEBÉ TIRADO, LO LLEVÓ A UN ORFANATO Y AL QUITARLE LA ROPA VIERON ALGO QUE LES ROMPIÓ EL CORAZÓN.

Cuando una anciana de 80 años escucha ciertos ruidos, sale a averiguar de qué se trata. Cuando sale “Sorpresa”; se trataba de una bebé que lloraba desesperada. Inmediatamente la anciana la tomo en sus brazos y la llevo a una casa hogar, pues no podía hacerse cargo de ella.

Una vez en el orfanato, los doctores la examinaron y vieron que estaba en perfectas condiciones. Sin embargo, estaba muy susceptible, pues cuando mucho, tenía solo 1 semana de nacida. Pero antes de examinarla, le quitaron la ropa y se quedaron pasmados. Debajo de su ropa había una nota que decía lo siguiente:

“Sé que quizás nadie me perdonará, pero no tenía otra opción. Es una niña tranquila y sana; se llama Uljana, tiene 9 días de nacida y no causará ningún problema. Por ahora no puedo hacerme cargo de ella, pero regresaré a buscarla muy pronto. Ya llevamos 2 noches en la calle y no puedo seguir exponiéndola a ese peligro. Eso me hizo tomar, tal vez la peor decisión de mi vida.”

Al enterarse del hecho, muchas familias se enternecieron con la pequeña y querían adoptarla. Aunque nadie pensaba que su madre verdaderamente volvería a buscar a su hija, decidieron esperar. Varias semanas más tarde, se apareció una joven preguntando por la niña. Como las autoridades del lugar no querían entregársela, decidió compartir su historia.

Su aterradora decisión anteponía el bienestar de la bebé antes que los suyos:

Un tiempo atrás, Nataljia había llegado a la ciudad en busca de mejores oportunidades. Allí conoció a un hombre que la enamoró y empezaron una relación sentimental. Tiempo después, ella salió embarazada y se lo comento a su enamorado. Este no quería que ella tuviera el hijo, pero ella no quiso abortar. Como resultado, el hombre la abandonó sin previo aviso, olvidándose de su criatura.

Poco después, la compañía para la que trabajaba la despidió sin razón aparente. Por si fuera poco, acudió a sus familiares, quienes se negaron a tenderle la mano. Para ella, cada día era peor que el anterior, y sus ahorros ya se habían agotado. Llego a dormir varias veces en los bancos del parque, pero ya no lo resistía. Como no quería poner en peligro la vida de su pequeña, tomo esa terrorífica decisión.

Cuando la dejo envuelta en su cobijita, se escondió detrás de unos arbustos para asegurarse que alguien la tomara. Hace pocas semanas empezó a trabajar nuevamente y aunque no es mucho, es suficiente para atenderla. Además, logro convencer a sus padres para que la ayudarán a ella y a su hija. Asimismo, recurrió a una asociación de mujeres donde puede tener un techo para dormir.

¿Perdería para siempre su hija?

Pero a pesar de todo el esfuerzo de esta madre, parece que ya no había nada que hacer. El juez que atendía el caso fallo en su contra, quitándole la custodia por completo. Pero Nataljia no se dio por vencida. Estuvo dispuesta a someterse a pruebas de ADN, exámenes psicológicos e interrogaciones. Con eso buscaba probar estar capacitada para cuidar de su pequeña.

Finalmente, tras cinco meses de ardua actividad y largos procesos, Nataljia consiguió recuperar a su hija. Inmediatamente volvió a su pueblo natal, aunque recibe regularmente la visita del departamento local de servicios infantiles para asegurarse del bienestar de su hija.

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