Cada vez más personas se van sumando al auge de la alimentación sana y la vida natural. Pero esto no es tan sencillo como parece, porque muchas veces preparar los alimentos demanda un tiempo y esfuerzo del que por lo general no disponemos. A eso se suma el gusto por distintos productos a los que no estamos habituados más el desconocimiento sobre el valor nutricional de cada uno.
Es allí cuando empiezan a intervenir los complejos vitamínicos a base de estos superalimentos que aportan tantos beneficios a la salud como así también tantos nutrientes y que vienen a complementar y equilibrar nuestra dieta habitual con todo lo que necesita nuestro organismo.
Durante este último siglo el cultivo del espirulina se ha difundido gracias a los movimientos naturalistas que promueven una alimentación sana, ecológica y orgánica; y a ellos debemos agradecerles la difusión del espirulina como un complemento más de una alimentación que por estos días nos exige que esté compuesta de numerosos nutrientes para favorecer y proteger a nuestro organismo.
Se trata de un alimento con un valor nutricional muy completo y que promete un consumo seguro. Cada 100 g de espirulina encontramos todos los aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales, como por ejemplo el ácido linoleico, vitaminas del complejo B, vitamina E, C, D y A. Gran cantidad de minerales como por ejemplo el potasio, fósforo, calcio, zinc, selenio, sodio, magnesio y hierro. También cuenta con importantes dosis de proteínas y carbohidratos.
Además de su valor nutritivo la espirulina tiene efectos antioxidantes, neuroprotectores y anticancerígenos.
¿CÓMO SE USA LA ESPIRULINA?
Toma nota de los ingredientes y pruébalo:
- ½ cucharada de espirulina en polvo
- 1 sobre de té de ginseng
- 1 cucharada de romero triturado
- Cáscara de naranja, cantidad necesaria.
Preparación:
Hierve 1 litro de agua junto con el sobre de té de ginseng, o si lo prefieres, puedes utilizar una cucharada en polvo de ginseng. Luego, dejar reposar por 5 minutos y agrega el romero triturado. Revuelve durante unos momentos para que el agua se incorpore a los nutrientes y cuela.
La cáscara de naranja cumple la función de saborizar y aromatizar la infusión, de modo que puedes agregar la cantidad que gustes.
Finalmente, agrega la espirulina y mezcla bien hasta que todo esté completamente integrado. Guarda la preparación en la heladera y bebe frío o caliente, según lo prefieras.
La combinación de todos estos elementos representa un estímulo muy poderoso para mejorar la memoria, que es la función que cumple básicamente la espirulina y que junto al romero que mejora el pensamiento cognitivo y el ginseng que mejora la concentración, hacen de esta infusión la receta ideal para aclarar tu mente y potenciar tus recursos.
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